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La sabrosa crema pro metabólica

  • Dora Valdez
  • 24 jul 2017
  • 6 Min. de lectura

Como sopa o crema, esta delicia de tomate y lentejas, hará una completa, suave y picosita opción sin lácteos ideal para mantener estables tus niveles de azúcar en sangre. Aprende a prepararla y dale un apapacho a tu metabolismo.

Cuando pienso en tomate, me viene el recuerdo de pelearme con mi hermano por la piel del tomate crudo que le sobraba a mi mamá cuando lo rallaba. Le ponía sal y listo. Lo hice toda mi niñez y si vuelvo a ver a mi mamá cocinando con tomate, me como la piel sin pensarlo. Disfruto mucho del tomate, pero también noto su acidez, por lo que cuando lo como, busco balancearlo con algo dulce, pero sin usar azúcar tal cual. Uso toques de carbohidratos complejos como el camote, o leguminosas como las lentejas o frijoles. A veces uso arándanos secos como toque final, o mi amada reducción de vinagre balsámico. Todo depende del paladar y de que tanto necesite controlar mi azúcar en sangre en el momento. Solo apta para diabéticos controlados conscientes.



Ahora, sobre el metabolismo, un tema apasionante y que como siempre, voy a simplificar. El metabolismo de un organismo determina las sustancias que encontrará nutritivas y las que encontrará tóxicas. Para lograr niveles óptimos del metabolismo tienen que suceder muchas cosas, pero aquí algunas de las que podemos mantener controladas: niveles de azúcar en sangre sin picos, peso saludable, ingesta de café, tener una buena hidratación y mantener el cuerpo en movimiento. Y todo eso al mismo tiempo ayuda a el bienestar general. En mi opinión, el secreto de mantener la salud, está en controlar los niveles de azúcar en sangre. Y con esta receta lo logro, claro hay muchas otras cosas más detrás de ese resultado, y cada quien deberá experimentar en su cuerpo y consultar con su especialista.


Pasando al tema de texturas, las prefiero cremosas que aguadas, y me encanta el caldo corto de hueso para mis cremas sin lácteos. Amo el toque picosito, por lo que uso jengibre y a veces chile Cayenne o paprika. Aunque el tomate tiene Vitamina C y licopenos, voy a tocar mas el tema de las lentejas, ya que aquí el tomate no se consume crudo. Las lentejas contienen alto contenido de fibra soluble, algo my útil para la digestión ya que ayuda a mantener un movimiento intestinal saludable, y además a mantener el nivel de azúcar en sangre estable. Ojo de no abusar de los toques finales como el arándano o la reducción de balsámico, porque se perdería el encanto.

Las lentejas verdes son algo muy fácil de conseguir, pero pueden ser de cualquier otro color. Sí contienen proteínas (18 gr por taza de lentejas cocidas), pero no es mi fuente principal de este macronutriente. Lo importante es que las dejes remojando por al menos 24 hrs. en agua con alga kombu o pizca de sal y gotas de limón (la activación de los granos y semillas lo explicaré en otra entrada al blog, porque hay toda una ciencia detrás). Si ya sabes activar las lentejas y las quieres usar germinadas para esta receta, adelante. Las lentejas tienen hierro, magnesio y potasio, y muchos otros minerales, pero también tienen antinutrientes, por eso hay que activarlas antes (remojarlas). Para personas con Intestino Irritable, es necesario el consumo con moderación (yo puedo comer leguminosas, gracias a un protocolo que seguí, y aún así me debo moderar). Por su parte el tomate también es excelente fuente de potasio y manganeso.


RECETA (2 porciones)

1/2 cucharada Aceite de oliva o ghee (cantidad suficiente). No me gusta con aceite de coco, pero lo podrías usar.

1/2 cebolla blanca finamente picada.

1 diente de ajo finamente picado.

1 cm de jengibre fresco finamente picado. (opcional).

1 cucharadita de comino molido.

350 gramos de tomate guaje concasse (sin piel, sin semillas). Si encuentras tomate orgánico mejor. Yo lo conseguí en Superama.

100 gramos de lentejas verdes cocidas.

500 mililitros de caldo corto de hueso o un caldo simple de verduras. (ver receta mas abajo).

Sal del Himalaya o sal de mar (al gusto).

Decoración

Puñito de cilantro fresco picado.5 nueces activadas picadas. (opcional). Aguacate, sauerkraut, germinado de lenteja (opcional).

PROCEDIMIENTO

1. En una olla mediana calienta muy suavemente el aceite de oliva o el Ghee. (nunca jamás quemes un aceite o una grasa).

2. Agrega la cebolla, el ajo y el jengibre. Cocina por 3 minutos, o hasta que todo estén transparentes pero no muy suave.

3. Agrega el tomate concasse e integralo con el ajo y la cebolla.

4. Sigue cocinando hasta que se forme una pasta espesa. Aproximadamente 10-15 minutos. (lo que quieres es deshidratar el tomate para que sea menos ácido).

5. Agrega las lentejas y comienza a vaciar la mitad del caldo de hueso o el caldo simple de verduras. Aquí es donde decides si quieres textura de sopa o de crema. Si la quieres espesa no agregues mas caldo, si la quieres mas líquida, agrega el resto del caldo. Integra todo y deja que los sabores se mezclen por 5-8 minutos.

6. Agregar la sal y dejar a fuego bajo otros 5 minutos, las lentejas deben estar completamente suaves.

7. Apagar fuego y dejar que enfríe un poco antes de meter a la licuadora. Si tienes Vitaminx puedes usarla con la mezcla caliente porque la tapa tiene un sistema de seguridad. Pero si tu licuadora es estándar, debes tener cuidado porque puede salir volando la tapa, el contenido y te quemes. Coloca bien la tapa de la licuadora y usa un trapo de cocina encima y agárralo de los extremos con una mano y con la otra mano presiona la tapa. Te aconsejo que esperes a que baje un poco la temperatura de la mezcla por seguridad.

8. Sirve y coloca encima cilantro. Agrega las nueces picadas, aguacate, sauerkraut, germinado de lenteja. Opcional: colocar para decoración y toque dulce, una reducción de vinagre balsámico.

¡Disfruta!

Variantes y notas: si no te gusta lo picante, pon muy poco jengibre o definitivo omítelo. Puedes cambiar los tomates guajes por cherry. Los cherry se ponen tal cual con piel y semillas.

Para el tomate concasse: poner agua a hervir en una olla donde quepan de 3 en tres tomates, pon 1/8 de cucharadita de sal (la puedes omitir), corta en forma de cruz la base del tomate, y extraer el pedículo (la parte de donde se agarra el tomate a la planta). Agrega los tomates con el agua hirviendo y verás que la piel se comienza a desprender, solo quieres desprender la piel, no los quieres aguados, por lo que los vas a dejar 1-2 minutos máximo. Sácalos con unas pinzas y colócalos en un bowl y déjalos enfriar. Pela cada tomate y córtalo en 4 para sacar las semillas. Todo esto se hace para quitar parte de la acidez del tomate y no tengas que usar azúcar en tu sopa o crema. Usa el tomate rojo que tengas a la mano.

Para el caldo concentrado de verduras: Coloca 3 tazas de verduras de tu preferencia por litro de agua hasta suavizar verduras. Puedes colar el caldo y usarlo o licuar todo junto.

Para el caldo corto de hueso: esta si es toda una receta aparte y se usa dentro del protocolo GAPS (Gut & Psychology Syndrome), si ya lo sabes hacer, aprovecha, si no, mas adelante escribiré una reseña para que lo hagas (no es lo mismo que el caldo largo de hueso que se usa para ayudar a las articulaciones). Si de plano te urgeee probar, cómpralo en RGB Alimentos con Raquel Guajardo, pero llama antes para hacer tu pedido. ¡Te va a encantar!

Para la reducción de vinagre balsámico: no te recomiendo que la compres una comercial, porque no creo que consigas un auténtico balsámico (si encuentras una que creas que valga la pena, contáctame). Mejor parte de un balsámico de verdad (yo uso de La Cava del Olivo), y pon una taza en una olla de acero inoxidable a fuego muy muy bajo y se va a empezar a evaporar, no lo quemes, tu cocina va a oler a vinagre (¡aquí es cuando Charly me quiere matar!). Vas a esperar que el vinagre balsámico se reduzca a la mitad, apaga el fuego, cuando se enfríe colócalo en un recipiente de vidrio y verás que se espesa. ¡Es una delicia!, ¡lo uso hasta en el huevo¡.

Personas con diabetes tipo 2: Usa con mucha moderación la reducción de vinagre balsámico. Solo es para diabéticos controlados conscientes.

Si no comes leguminosas: usa camote. Si no consumes alimentos de origen animal, usa el caldo concentrado de verduras.

Carnívoros: si no resistes la tentación, usa unos cuantos cuadritos de pechuga de pollo. Recuerda que sólo tú sabes la dosis.

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